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Novaltea Ediciones, S.L. Apdo.1674 - 03590 ALTEA (Alicante – España)
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Fragmento del relato MATADOR ................ El matador dirigió su mirada hacia una joven que le sonreía en un palco y le lanzó un beso soplando en la palma de la mano. Las dos muchachas que acompañaban a la dama la miraban con admiración y un poco de envidia, disfrazándola con una sonrisa forzada y guardando silencio. Un poco alejado del torero, en la puerta del toril, Julio sintió un puñal atravesar su corazón al ver a su amada responder al beso del matador con una amplia sonrisa .........................
Juan Pan García , 31-12-2008***
Fragmento del relato LOS ROSALES
...............Su esposa aparecía totalmente desnuda, sujetándose sus senos con ambas manos, mirando descaradamente al objetivo de la cámara. Su silueta se recortaba sobre un fondo rojo. La luz se proyectaba desde arriba en un ángulo de cuarenta y cinco grados hacia el lado derecho, lo que producía un conjunto de sombras y contrastes que realzaban su bellísimo cuerpo. Estaba viendo la imagen correspondiente al mes de enero; febrero presentaba otra foto en fondo azul, de perfil; marzo ofrecía una visión sugerente: la luz estaba situada detrás, recortando la silueta de Inés. Luego había otra foto mostrándola por la espalda, otra de medio cuerpo… y otra, y una más… Una foto por cada mes. Tenía que pensar rápidamente para encontrar respuestas a las preguntas que acudían a su mente: ¿Cómo era posible?, ¿cuándo había posado su esposa para hacer esas fotos? ¿Quién le enviaba el calendario? ....................
Juan Pan García, 4-8-2008***
Fragmento del relato ÚLTIMA CARTA A JULIA
Son casi las siete de la mañana. El día es gris, supongo que ha elegido uno oscuro para que no contraste demasiado con mi vida. Llevo largo rato esperando en este puente; pero hace ya bastante tiempo que no pasan las horas, ni los minutos…, todo a mi alrededor se ha detenido. Los pájaros que trinaban ajenos a todo se han quedado congelados y suspendidos en el aire; el viento ha dejado de ulular; mi reloj, al igual que el de la torre de la iglesia, se ha detenido; tampoco se mueven los pocos coches que pasaban por las calles que veo desde aquí. Absolutamente todo esta tétricamente inmóvil: ........................ Ancora Bikey, 31-12-2008***
Fragmento del relato EL SECRETO MÁGICO DEL ABUELO RAFAEL .................... La niña, al sentir la caricia, se giró sorprendida y, mirándola a los ojos, sonrío apoyando la cabeza en una de las caderas de su abuela. — ¿Qué miras con tanto interés?— La voz de Apolonia sonó entrecortada. —Estoy esperando que caiga una estrella— contestó Elisa con seguridad. Y Apolonia, aunque sabía muy bien el motivo por el cual los niños esperan que eso suceda, disimuló unas lagrimillas furtivas que le empañaban la vista y siguió hablando con la pequeña, quien le contó que quería pedir un deseo y que esperaría junto a la ventana hasta que alguna “se desenganchase” del cielo y atravesase los nubarrones grises. ......................... Ancora Bikey, 31-12-2008***
Fragmento del relato ESPERANDO LA LLUVIA
El sol de agosto lucía implacable en el cielo de Hades, cuando Caronte encalló su barca en mitad del río. La sequía de la última década había propiciado una bajada de las aguas jamás vista en dos mil años. El anciano de pelo cano, apostado sobre una roca a pocos metros del suave oleaje, tendría que esperar por tiempo indefinido…; pero, horas más tarde, cansado de contemplar la llegada masiva de algas muertas y peces extenuados a la orilla, gritó al barquero: -¿Y qué hallaré al otro lado! El otro, que permanecía asediado por una intensa lluvia de reflejos dorados, se incorporó pausadamente y, tratando de no perder el equilibrio, le respondió huraño: ......................... Manuel Pérez Recio , 23-12-2008***
Fragmento del relato LA CACATÚA ......................... Una tarde, como muchas otras, salí a pasear tras la sesión matutina. Esa vez, sin embargo, tenía el vívido pálpito de que la revelación rondaba mi puerta. Deambulé como un loco por stradas y callejuelas haciendo de toda imagen objeto de mi obsesionada pupila; a veces trataba de empaparme de la lánguida armonía que rezumaba el canal estancado; o detenía el paso ante algún portalón herrumbroso o infestado de algas, para intentar impregnarme de su letárgica atmósfera. Hasta un mísero perro sarnoso dormitando en cualquier esquinazo era blanco de mi atención. Pero todos los bocetos que plasmaba en mis cuartillas no redundaban sino en plúmbeos trasuntos de realidad, sin zarpazos de espontaneidad u originalidad alguna.
Frustrado, una vez más, volví a casa. .................................. Juan Ortega, 16-12-2008***
Fragmento del relato EL CÍRCULO
...........Llevó flores a su tumba. A la cabecera, entre los floreros, había un tallo. Lo respetó, midiéndolo cuando iba a renovar los claveles y los crisantemos. El tallo crecía. Pronto fue como los floreros; luego, creció por encima de las flores, verde, estirado. Tenía un olor amargo, acre, algo acídulo. De pronto sintió miedo, y, sin embargo, estaba obligado a cuidarlo. Lo sabía. Un día dio flor, una hermosa flor de pétalos morados. De ahí en más se olvidó de llevar claveles y crisantemos, olvidó mudar el agua muerta de los floreros y olvidó que allí estaban sus padres, tal vez dando savia a la planta aquélla. Al paso del primer otoño los pétalos cayeron, quedando el cáliz mustio y seco; pero fue inflándose, creciendo, haciéndose una bola. Una mañana, con el primer albor, fue a ver su planta. Había soñado con ella; había soñado que le llamaba. Encontró el tallo verde, más verde que nunca; pero no había ya cáliz, sino fruto. Era un ataúd chiquito, blanco, gracioso, con rayitas pálidas y dibujitos microscópicos. Le repugnó, sintió tremenda aversión; pero, no supo bien por qué, .......................
Ángel Ruiz Cediel, 20-10-2008*** Fragmento del relato OLVIDO
Ha borrado el desabrido olvido los caminos que conducen al recuerdo. A veces, sólo a veces, un olor famoso o un nombre entrañable, sin saber por qué, se ancla con desconcierto a algún ayer traspapelado, sin fechas precisas ni notas marginales, produciendo el cataclismo de un naufragio cuyo pecio son tablones que arman la estructura que enhiesta la angustia. Se sabe rehén, pero no de quién. Por algún lado, en algún tiempo, sospecha que tuvo una vida; pero se ignora, acaso no sabiendo qué o quién es. Desconoce que el presente es un hito conformado por muchos pasados, ....................
Ángel Ruiz Cediel, 20-10-2008***
Fragmento del relato QUERIDA MADRE
..................... Siguió con su perorata mientras preparaba la infusión, dale que te pego a la hebra, pero Miguel ya no la oía sino como uno de esos ruidos domésticos que hay en las casas antiguas, o como si formara parte de aquel entrañable escenario en el que se desarrolló su infancia, buena parte de su juventud y pedazos de su vida, entre matrimonios, como retales de una existencia que iba quedando hecha jirones por diferentes decorados. Se puso en pie y se decidió a esperar el café mientras ojeaba las fotografías que abundaban sobre muebles y paredes. Era una tregua. Nada más que un paréntesis a esa murga que pagaba gustosamente, como un justo tributo, por ver a su madre una vez por semana.........
Ángel Ruiz Cediel, 20-10-2008***
Fragmento del relato VISIONES ............................................. — ¿Por qué te pones tú a mi derecha, es un guiño político? —le volví a inquirir con malicia. Sonrió. Bueno, al menos sentido del humor tenía. — ¿Y tú, no sonríes… o te ríes? —le pregunté al otro. Bufó, un cuerno le echó humo y se peyó. Cuando no les miraba, entre ellos se hacían perversidades, se decían ternos de los más gruesos, se metían los dedos en los ojos, se pellizcaban o se hacían burlas muy chuscas. Yo diría que se odiaban tanto como si estuvieran casados o, al menos, que se tenían acérrima antipatía. — ¿Podéis estaros quietos? —les reñí. —Es que te quiero —se justificaron ambos al unísono. Tal vez me quieran, pero joden mucho. ................................... Ángel Ruiz Cediel, 20-10-2008***
Fragmento del relato HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE
…Y entré en el salón, me acerqué a mi viejita, que permanecía adormilada frente al televisor, y le dejé un beso tibio en la frente. Arreglé la pequeña manta de lana que cubría sus piernas, acaricié suavemente sus mejillas, pálidas como el papel de arroz, y le di las buenas noches. Ella ronroneó satisfecha, ....
Manuel Pérez Recio, Valencia, 25-8-2008***
Fragmento del relato UMBRELLA
.............Plasmaba en aquel lugar lo que encerraban los corazones de los habitantes del edificio. Umbrella recolectaba sus esperanzas, sus promesas, sus anhelos…. Sin embargo había en una esquina despejada un hueco inmaculado, sin dibujos ni colores… Lo había reservado sin saber por qué. Aquel rincón era como un regalo, un secreto aún no desvelado. En la azotea jamás llovía, pues la lluvia era viajera del pasado, cubría con su manto las calles desiertas allá abajo......................
Maite Rodríguez Ochotorena, Haro (La Rioja), 20-4-2008***
Fragmento del relato ¡ARRIBA ESE MUERTO! ..................... El que más y el que menos, todos se miraban unos a otros con un ojo medio guiñado y algo escéptico, pues empezaban a comprender que lo de encontrar un difunto para resucitar no era cosa tan fácil, que lo único que hasta entonces había conseguido la extraña propuesta del nuevo médico era sólo remover los bajos fondos de las personas y enturbiar el ambiente. Únicamente el propio médico continuaba muy entero y muy seguro de sí, proponiendo que se intentase con otra familia. Y dejó caer su mirada sobre uno que estaba presente. Mas éste, antes de que le hiciesen pregunta alguna, se excusó diciendo que tenía una obligación muy urgente en su casa, y se marchó. Lo mismo ocurrió con un tercero, con un cuarto y con todos los que estaban allí. Hasta que el médico y la Feliciana se quedaron solos. .................... Julián Sanz Pascual , Segovia, Haro (La Rioja), 15-4-2008***
Fragmento del relato Bernardo de Plasencia ......... Al clarear el día, partió con su botín camino de la ciudad más próxima. Tan cargado iba de reliquias y objetos de valor, que necesitó cinco jornadas para llegar. Cuando franqueó las puertas de la villa, sintió un vértigo insoportable. El espectáculo que se ofrecía a sus ojos era infernal. Los estragos de la enfermedad adquirían dimensiones apocalípticas. Renunció a llegar hasta la plaza porque el tufo de la aniquilación se hacía absolutamente irrespirable............
Juan Antonio Barros Jódar, Granada, 3-4-2008 ***
Fragmento del relato El ascensor ........ Sus manos, amoratadas y cubiertas de llagas ambarinas, temblaban como una vela a punto de apagarse. Percibí que estaba algo asustado, así que le dejé un poco más de espacio, retirándome un paso atrás, para que no se sintiera agobiado por mi presencia. Entonces, tornó unos centímetros su cabeza hacia mí, y su mirada acuosa y gris, que partía del fondo de sus profundas cuencas violáceas, rasgó mis ojos como una fría cuchilla de afeitar. Apenas coincidimos unos segundos más en el ascensor, pero jamás olvidaré aquel olor nauseabundo, a orín y vino agrio, que desprendían sus ropas y su aliento; ni su cadavérico rostro, arrugado y seco como una pasa, que todavía hoy me hace temblar en sueños. Y es que por un instante me vino a la memoria la imagen de mi difunto abuelo en su lecho de muerte, pocos años atrás. Dirigí la mirada hacia la puerta metálica del ascensor, rehuyendo aquella horrible sensación. Pero instantes después, aguijoneado por una mezcla de inquietud y curiosidad, no pude evitar volver a fijarme en él una vez más. Y al hacerlo descubrí, bajo su nariz de cuervo plagada de pequeños cráteres de sudor y sus estrechos labios blanquecinos, un oscuro hilillo de sangre que había esparcido de forma involuntaria con una mano por una de sus pálidas mejillas. ........ Manuel Pérez Recio, Valencia, 12-2-2008***
Fragmento del relato ETERNIDAD
Los amantes encuentran un hueco en su agenda y se citan en el hotel. Se ven, se abrazan, lloran. Entre besos corren por la escalera y uno en brazos del otro entran en la habitación. Está oscuro y ella dice, necesito verte, y el dice sí. Encienden la lámpara y entre los crujidos de la cama susurran, se lamentan por no haberse conocido cuando... o que sin los niños... sin el otro... Mientras hablan una mano ansiosa va soltando unos clips y la cinta de velcro, al rasgarse, revela el último pedazo de piel oculta.
El viento, en la ventana, aúlla, agita las cortinas, llena la habitación de humedad. Una polilla revolotea furiosa alrededor de la lámpara quemándose las alas. Los cuerpos de los amantes proyectan sombras de acróbata en la pared. El tictac del reloj que los une marca el ritmo.
Jadean. Entre el sudor que resbala llega el momento y los amantes, gritando, imploran que dure siempre, eternamente, ese instante. Se miran excitados, subyugados al ver su propio reflejo en las pupilas del otro mientras sus cuerpos como fuelles se encogen y se estiran. ¡Dios, la eternidad!
(Pero no es Dios, sino el Diablo, que siempre ha tenido un pacto con los amantes, quien los escucha y decide concederles su deseo. En el rostro quemado aparece una sonrisa de dientes blancos cuando apunta hacia ellos su tridente). ............................. José Ignacio Fernández Piñeiro, Madrid, 6-2-2008***
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